martes, 22 de noviembre de 2016

GARCÍA LORCA, F.: Yerma

Yerma es, como Luces de Bohemia, otra obra de teatro. Eso sí, bastante diferente. Yerma explica la historia de un mujer estéril, que no puede tener hijos. Su enorme deseo acaba en desesperación, que desata un sentimiento de rabia contra el marido. Se desarrolla en el ámbito rural, y no falta la presencia, por ejemplo, de romerías, lo que puede hacernos pensar que estamos a finales del siglo XIX - principios del XX. 

Aún así, el conflicto que Yerma plantea con el propio "yo", es realmente complejo: a través de la esterilidad de Yerma aparecen las dudas de si es culpa suya el no poder tener hijos o si es culpa del marido. Sus consejeras - escasas - le dicen que seguro que se trata del marido y, aunque le proponen un cambio de matrimonio, ella se niega. No tener hijos, en la época, era motivo de vergüenza, pero un divorcio lo era aún más - recordemos la omnipresencia de la Iglesia por aquel entonces. El final trágico de Yerma nos hace reflexionar sobre la desesperación y sobre el no poder aguantar más de una mujer, en aquel entonces, desgraciada. 

Yerma es recomendable a todo el mundo, dada su corta extensión y que el vocabulario que usa no es en absoluto antiguo. Realmente resulta curioso ver la sociedad de entonces y ver como Yerma cambia su pensamiento des del principio hasta el final de la obra.

Sergi Planas

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