Un misántropo es una persona que rechaza, odia o menosprecia a toda la raza humana, casi sin excepciones o directamente sin ellas. Este rechazo se debe, principalmente, a la observación del comportamiento cultural y psicológico de la mayor parte de los individuos de la misma; al darse cuenta de cómo realmente es el ser humano. Se han considerado misántropos distintos personajes de la historia universal, tales como Arthur Schopenhauer o Friederich Nietzsche.
El Misántropo de Molière, obra de teatro de muy corta extensión, es una pieza literaria que os recomiendo a absolutamente todo el mundo. Escrita originariamente en verso, trata sobre Alcestes, un personaje un tanto peculiar, que tiene una visión de la realidad un poco distinta a la del resto. Nos situamos en la Francia monárquica, hace aproximadamente 300 años, en la corte de Versalles (París). Allí imperan las falsedades y la corrección política, la traición, el sonreír a alguien para después apuñalarlo.
Es en este contexto donde surge el amor de Alcestes hacia Adelais, una joven coqueta y muy adaptada en este ambiente, en el que se mueve como pez en el agua. Distinto es Alcestes: no soporta ver tanta falsedad concentrada, defiende la sinceridad llevada al extremo y, como se verá en la lectura del libro, no tiene reparos, por ejemplo, en criticar y dejar, como se dice coloquialmente, de vuelta y media a unos versos sobre los que le piden opinión.
Alcestes, que corteja a Adelais, se da cuenta de que la chica tiene otros pretendientes. Y, para desgracia de Adelais, se le descubren cartas donde los critica a todos uno por uno, sin excepción (incluido, no hace falta decirlo, Alcestes). Este, muy decepcionado por la actitud de todos y por las apariencias por las que se rige incluso su amada, le dará a la misma una última oportunidad: le ofrecerá casarse con él, y retirarse del mundo para siempre, a vivir solos en medio de la nada.
Adelais no será capaz de aceptar, y Alcestes se verá obligado a irse solo, contra la voluntad de los pocos amigos que le quedan -podemos decir que solo tiene uno. De este modo, Adelais vivirá un exilio interior (nadie más la va a aceptar nunca) y Alcestes vivirá un exilio exterior (como un misántropo de rigor, permanecerá solo y aislado el resto de sus días). Resulta muy interesante observar cómo Alcestes va quemándose cada vez más hasta que llega a su límite.
Sinceramente, lo que me ha gustado más es el hecho de ver la realidad actual reflejada en una novela y con unos personajes que se identifican, cada uno, con un carácter deteminado. El Misántropo es una obra que contrapone la realidad y la falsedad, la verdad y la mentira, la esencia y la apariencia. Para que nos entendamos: el recién levantado y el rimmel. Es por eso que resulta tan interesante y os puedo asegurar que os veréis muy identificados y os acordaréis de más de una persona mientras leáis el libro. El rechazo amoroso, el hecho de ver cómo se han aprovechado de los sentimientos de otra persona o el descubrir lo poco que le importamos al resto es el pan de cada día en esta obra de tan corta extensión y, a la vez, tan compleja.
Sergi Planas
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